Las tiene guardadas en un frasco de vidrio.
Las unta con sal y canela.
La sal,
para que resistan el paso de los años
para que resistan el paso de los años
y la canela,
simplemente,
para que huelan bien.
A veces,
por las noches,
por las noches,
Daniel,
Saca una.
Se la teje en la piel.
Afirma que no molesta,
no tienen sombra,
nadie las ve.
Pero,
en verdad,
Daniel,
tiene el frasco vacío,
y el cuerpo enmarañado,
le brotan hilos,
de las pestañas y los oídos,
El nudo,
acaba,
en su ombligo.acaba,
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